El párroco de Quilpué, presbítero Jorge Romero Salinas, formuló un llamado a los cristianos y católicos a participar en los procesos cívicos; y a los candidatos a puestos de servicio público, a dejar atrás partidismos exacerbados a tal punto de no encontrar coincidencias con el otro y a unirse en la construcción de la civilización del amor.
Esto, durante la Santa Misa celebrada el sábado último en la Parroquia Nuestra Señora del Rosario, a la cual el párroco invitó a todos los candidatos a alcalde y concejales de la comuna de Quilpué, que han comenzado su campaña electoral.
Tras la eucaristía, que coincidió con la víspera del día en que en todas las Iglesias del país ofrecen la Oración por Chile, el padre Romero entregó un pequeño presente a los candidatos, a quienes agradeció su participación en esta ceremonia; y les impartió la bendición. Por su parte, los candidatos asistentes a la misa agradecieron al párroco la iniciativa, que promueve el entendimiento y el desarrollo de una buena campaña.
La homilía del párroco Romero se reproduce en el siguiente texto:
“El último domingo de septiembre, desde hace varios años, se dedica de manera especial a la oración por Chile, por los ciudadanos, autoridades, y todos aquellos que son constructors de la sociedad. Es una occasion muy Hermosa para pedir al Dios y Señor de la historia que nos bendiga en nuestro caminar de pueblo libre y soberano, que sometido a los vaivenes del tiempo y la cultura, en ocasiones podemos correr el peligro de alejarnos de sus designios.
En la oración que rezaremos pronto afirmamos que María que es Madre de Chile y desde los comienzos nos ha dado bendición. Efectivamente, queremos reiterar esa petición y hacernos dignos de ella. Dios ha bendecido a nuestra patria al darnos por madre a María bajo la advocación del Carmen y en esta eucaristía les invitamos a implorar la gracia del Espiritu Santo especialmente en este periodo de campañas y elecciones. Aquí está reunida la comunidad Cristiana que ora y suplica a Dios por las próximas autoridades que serán electas.
Viene a nuestra memoria el acontecimiento en que Dios elige a David como rey de Isarel y envía al profeta Samuel a la ciudad de Belén para ungirlo. Al llegar hacia los hijos de Jesé, comienza la presentación de los candidatos a rey delante del profeta y el Señor le inspira a Samuel lo siguiente: “no te fijes en su aspect ni en su gran estatura, que yo lo he descartado. La Mirada de Dios no es como la del hombre: el hombre ve las apariencias, pero el Señor ve el corazón”. Y así desfilaron los siete hijos de Jesé delante del profeta sin que ninguno de ellos fuera el elegido. Pero faltaba el más pequeño, el pastor que cuidaba ovejas. En cuanto lo trajeron el Señor dijo a Samuel: “Levántate y úngelo, porque es éste” El profeta ungió a David y a partir de ahí el Espíritu Santo entró en él”.
Qué ciertas las palabras del Señor: Dios mira el corazón. Nosotros acostumbrados a quedarnos con las primeras impresiones, con los juicios previos y no ahondar en una relación más profunda. Este momento de oración al que hemos invitado a todos los candidatos a Concejal y Alcalde para la ciudad de Quilpué, pretende pedir la inspiración del Espíritu Santo para elegir a aquellos que en verdad tienen una vocación de servicio public, a los que están movidos a buscar el bien común, el servicio desinteresado, especialmente de los más pobres y vulnerables. Para nosotros cristianos no es indiferente el pensamiento que tengan los candidatos en materias tan sensibles y afines con el mensaje del Señor, como lo son la defense de la vida humana desde la concepción hasta la muerte natural, la promoción del matrimonio entre un hombre y una mujer, y desde ahí la fundación de la familia, una adecuada educación de la sexualidad para el amor, entre otros temas como los de la justicia, el trabajo o la economía. Porque sabemos y consideramos que lo que es bueno para los cristianos es bueno para todo hombre, no solamente para los que tienen fe.
En este sentido habría que repensar y volver a considerer la enseñanza del Papa Benedicto XVI al respecto que cito brevemente:
“Un católico sería culpable de cooperación formal en el mal, y tan indigno para presentarse a la Sagrada Comunión, si deliberadamente votara a favor de un candidato precisamente por la postura permisiva del candidato respecto del aborto y/o la eutanasia”.
En estos tiempos en que se defiende más la vida y los derechos de los animals que la del ser humano, sería oportuno reconsiderar el concepto que tenemos de persona humana, su origen y su sentido para no terminar transformándonos en dueños de algo, de lo cual, solo somos administradores.
Nosotros confiamos en la Providencia de Dios que jamás abandonará a su pueblo y nunca los dejará sin pastores ni autoridades honestas. Pero hemos de pedírselo con insistencia y caminar por sus senderos atendiendo a sus mandatos. No nos vaya a ocurrir lo que le pasó al personaje de la parabola que se olvidó de su hermano y cerró el corazón a la fraternidad y solidaridad.
Llamamos a los cristianos y católicos a participar en los procesos cívicos, es un deber del creyente el construer la sociedad e impregnarla de los criterios del evangelio, primero con el voto y luego con la participación ciudadana. Y también llamamos a los candidatos a puestos de servicio public, a dejar atrás partidismos exacerbados a tal punto de no encontrar coincidencias con el otro y a unirse en la construcción de la civilización del amor, a tomar la bandera de la justicia y de la paz, pues de ese modo construiremos un mundo major para las futuras generaciones.”
